¿Eres de Zaragoza? ¿Quieres pasar una mañana de sábado diferente? Pues te recomiendo que hagas la ruta del Chocotour, y sí, ahora ya te la puedo recomendar en primera persona porque ya la hice el pasado febrero. La verdad es que nos salió una mañana perfecta, soleada y para ir no muy abrigado, algo a lo que no estábamos acostumbrados este invierno, y que acompañó al buen rato que pasamos mis amigos Guille Alcusón, Íñigo, Guille Latorre, Ruth, y yo.
En diciembre fue mi hermano quien aprovecho el día de su cumpleaños para irse con Paloma a hacer la ruta del chocotour, y salió encantado, tanto que luego lo contamos a través del blog con su crónica particular, la cual tuvo muy buena acogida. Me puso lo dientes muy, muy largos, y el primer sábado que hemos podido coincidir los ruteros nos hemos escapado a probar ese montón de chocolates, y además a empaparnos de lo que rodea a este amargo dulce que tanta historia demuestra tener en Zaragoza.
No quiero repetir los detalles que en su día escribimos en la crónica de mi hermano, no es mi intención ser pesado, así que voy a intentar aportar algún contenido que se pudo quedar en el tintero, y por supuesto unas buenísimas fotos que se encargó de hacer Guillermo Alcusón y que ya podéis ver en la galería de Flickr, “Chocotour – Bertus y amigos”.
Después de haber reservado la entradas con un mes de antelación y haberla recogido previamente, nos reunimos con la guía y el resto de personas del turno en La Lonja, el sábado a las 11 de la mañana. Allí comenzaba la guía a presentarnos cómo fue a parar el chocolate al Monasterio de Piedra, la importancia de Zaragoza y de su Lonja en aquellos tiempos posteriores y como fue creciendo la industria chocolatera en nuestra ciudad.
El grupo de ruteros ya estaba al completo así que nos fuimos hacia Chocolates Valor, parando previamente en la calle Alfonso donde pudimos aprender algo de su historia y arquitectura, y empezar a salivar por lo que posteriormente vendría. Alicia se encargó de recibirnos en su establecimiento y pronto nos dimos cuenta porque había sido elegida como la mejor chocolatería de España un año atrás, el trato que nos dieron y los chocolates que sirven lo valen.
Mientras nos ponían los cuatro chocolates líquidos, nos seguimos introduciendo en el mundo del chocolate: desde cómo se hace y cuáles son sus propiedades nutricionales hasta cómo se tomaba años atrás. También pude observar y tener entre mis manos una mancerina y comprobar el funcionamiento de los utensilios expresamente hechos para la perfecta preparación del chocolate. Y sí, sí, probamos los chocolates que veis a continuación, os cuento que eran:
- Chocolate Blanco Nepal
- Chocolate a la Francesa
- Chocolate a la Española
- Chocolate líquido con 52% Cacao.
Si algo nos quedo claro fue que el chocolate blanco es el que más engorda y que la pureza del cacao no va directamente relacionada con su contenido calórico, ahí juega un factor importante la cantidad de azúcar y manteca añadidos. De los cuatro chocolates probados me quedo con el tercero y el cuarto, eso sí, cuando me vuelva a pasar por Chocolates Valor lo acompaño de unos churros. Por cierto, es un establecimiento muy recomendable no sólo por sus chocolates sino por también la especial atención a diabéticos y celíacos con productos destinados exclusivamente, para que nadie se lo pierda.
Nos encaminamos por la calles del Tubo, con los bares de tapas aún cerrados pero ya con la cocina en funcionamiento, preparándose para los clientes que en un rato acudirían.
Pronto llegamos a Chocolates Capricho, y allí nos sumergimos en el proceso de obtención, desde el campo hasta el obrador, con un magnífico vídeo y la explicaciones del maestro chocolatero. La recogida de las mazorcas y apertura de la mismas para extraer las habas, la fermentación clave para el desarrollo de los aromas, el secado, el tostado, la separación de la pasta de cacao y manteca en el molino y el posterior conchado, las fases al completo las pudimos contemplar en el documental.
Guille se coló hasta la cocina, donde saco unas magníficas instantáneas del momento en el que nos preparaban las piruletas de chocolate con dulce de borraja y también alguna otra foto, ¡qué manera de pillarme a traición disfrutando de mi piruleta!
Me llamo la atención que en Capricho están impartiendo cursos de cata de chocolate tanto para adultos como para niños, creo que son unas actividades de lo más atractivas.
En Chocolates La Abuela fue probablemente donde mejor lo pasamos, Martín se hizo pronto con el público y nos dio una vuelta de lo más divertida por la Historia Chocolatera Mundial, desde los mayas y Cortés en América, pasando por Nestlé y Lindt en Europa, hasta llegar a Hostal de Ipiés en Huesca.
Martín nos tenía preparada una cata con los 5 sentidos de diferentes monovarietales de chocolate de Java, Madagascar y Trinitario. Así de golpe ya se perciben sensaciones muy diferentes entre ellos, dan ganas de inmiscuirse un poco más, es adictivo, creo que sucede algo parecido que en la afición por el vino.
Para finalizar en Chocolates La Abuela, un poco de chocolate en rama, se deshacía en la boca como el buen chocolate…
Y la última parada, Fantoba, especial ya desde su arquitectura y decoración, es alucinante, y con una larga tradición que dura más de 150 años. Si algo la caracteriza son los gallos, los hay colgados por todos los lados de la tienda, una pasión del dueño y que le da ese toque excéntrico.
Y gastronómicamente tuvimos oportunidad de probar las famosas y más ricas Frutas de Aragón, y también las guindas al marrasquino, mmm… ¡El dulce punto final de la visita! ¡Qué bien me lo pasé!
No me creo que después de haber visto y leído la crónica no os apetezca hacer la ruta del chocotour, así que os dejo el contacto con de Zaragoza Turismo para que vayáis haciendo las reservas, ¡pasadlo bien!
Más información | Zaragoza Turismo
Los negocios participantes | Chocolates La Abuela, Fantoba, Chocolates Valor y Chocolates Capricho